miércoles, 4 de enero de 2012

7.

Odio la sensación de rendirme, de creer que no habrá más momentos donde salga el sol, donde  los sueños, sueños son, odio sentir que habrá gente que me traicionará, que las promesas quedarán en incumplidas, que las lágrimas sabrán amargas, que los recuerdos me dañarán pero a pesar de todo persistirán en mi memoria, que al mirar atrás la luz se esconderá tras las montañas, que simplemente las sombras de su reflejo se cernirán sobre mí, serán más grandes, inmensas que me engullirán por completo. Que todo será oscuridad.. 
Odio luchar y perder, dar todo por complacer, por hacer sentir bien, por constantemente sacar sonrisas por doquier, por secar esa pequeña desesperación recorriendo mejillas, por esas gotas que empapan... Por esperar algo que nunca llegará. Por perderme sin ser capaz de encontrarme. Odio sentir la soledad alrededor de un millón de personas. 


Pero pensándolo bien, todo cuenta, todo vale, para aprender, para encontrar las formas que antes no aparecían en las soluciones ante la oportunidad de levantarse y continuar, de dar la espalda a las mentiras para afrontar las verdades, de hallar a esas personas que lucharán lo mismo por ti de lo que tú harás siempre por ellas. Nadie te podrá negar un momento de soledad en el que decidido por ti mismo escaparás a ese recóndito lugar a sentarte en una esquina gravada con tu nombre a reflexionar, pero ese momento pasará, y lo que andabas buscando lo encontrarás. Y recuerda que el momento más oscuro es justo antes del amanecer, los rayos del sol volverán a aparecer, y te iluminarán el tiempo que haga falta. Busca pequeños sueños, pequeñas metas que te harán hacerte grande, inténtalo, lucha y no tengas miedo de perder porque será la única forma de ganar. Deja que esos recuerdos inunden tu mente, date cuenta, ahí fuiste feliz, quédate con ello, ahora y siempre. 


Y cuando tengas la oportunidad de tocar el cielo, tócalo, cuando tengas la oportunidad de acariciar por un mismísimo momento la felicidad, aférrate a ella, la mejor felicidad es la que viene sin motivo, porque entonces, tampoco los tendrá para irse. Cuando tengas la oportunidad de descalzarte y correr entre las nubes, hazlo, y salta, toca las estrellas, saborea cada instante como si fuese el último, los momentos se podrán volver a repetir, pero lo que sientas en cada uno de ellos, será imposible. 

martes, 3 de enero de 2012

6.

Brindemos por esas pequeñas veces en las que las sonrisas se apoderan de nosotros y no podemos parar de reír, por esas veces donde caemos al suelo revolcándonos en el suelo riendo a carcajadas hasta que el dolor de tripa nos impide respirar, brindemos por mirar a nuestro alrededor y darnos cuenta de que hay gente que está ahí, que merece la pena y que nos dio la mano durante los 365 días del año y volverá a hacerlo durante un año más. Brindemos por esos pequeños sueños que poco a poco se han hecho realidad y por todas aquellas personas que han estado compartiéndolo con nosotros, brindemos por haber sido capaces de hacer felices a toda la gente que realmente nos importa. Y llega un momento en el que si te paras a pensar, hay demasiados motivos por los que alzar la copa y decir "Este año, realmente ha merecido la pena." Un año se va sí, lleno de momentos, buenos, malos, tristes, llenos de agobio, tensión, el sentir que no puedes más, pero también lágrimas provocadas por risas que no se olvidarán, por la felicidad mirases por donde mirases, por las ganas de gritar, saltar, salir corriendo y tocar el cielo con la punta de los dedos. 
Esperemos que esos sentimientos se vuelvan a repetir aún con mayor intensidad. 
Feliz Año Nuevo. #